La comunidad científica nombra una nueva especie de serpiente para llamar la atención sobre el problema de la minería tóxica y la deforestación en Panamá

Sibon noalamina, la nueva especie así bautizada en Panamá para llamar la atención de la comunidad internacional
Mientras los científicos nombran nuevas especies en honor a celebridades para darle atención a la biodiversidad desvaneciente en el planeta, investigadores en Panamá han usado una ruta distinta al nombrar una nueva especie de serpiente. Nombrando a la nueva serpiente Sibon noalamina (no a la mina), los científicos esperan que el nombre de la colorida serpiente llame la atención a los problemas de deforestación y minería en la remonta región montañosa del Tabasará en Panamá.

[No a la mina] es usado por los miembros indígenas de la comunidad Ngöbe que viven en la Serranía de Tabasará durante de sus protestas contra los intereses mineros que buscan usar los recursos del territorio, especialmente alrededor de Cerro Colorado”, explican los científicos en un documento describiendo la especie en Zootaxa. “El nombre se le dio específicamente en reconocimiento y apoyo a la lucha de los Ngöbe para proteger su territorio y medio ambiente, que es hogar de la nueva especie aquí descrita y muchas otras, de intervenciones destructivas con fines de lucro”.

Descubierta en los bosques de la región montañosa, la serpiente de 21 pulgadas es una nueva especie de serpiente que se alimenta de caracoles, gusanos, huevos de anfibios entre otros. Aunque se parece a otras especies de serpientes que comen caracoles, Sibon noalamina tiene una escamación única y otras diferencias que hacen que sea su propia especie.

Sin embargo, el alto ritmo de deforestación y la inminente amenaza de la minería de cobre en la región pone la serpiente en riesgo, según avisan sus descubridores, quienes creen que la especie solo reside en las montañas en el Tabasará. Además la serpiente no es la única especie que corre riesgo.

Aunque comparativamente se ha hecho poco trabajo en esta sierra”, notan los científicos, al menos cinco reptiles y 2 ranas son endémicas a las montañas Tabasará. Además, la región “refugia poblaciones sobrevivientes de algunas especies de anfibios en peligro de extinción, algunas cuales no han sido detectadas en otros lugares desde el brote de chytridiomycosis en la Baja América Central”. La enfermedad chytridiomycosis, ha decimado poblaciones a través de América Central, llevando a un número de especies a su extinción.

Las montañas de Tabasará siguen bajo mucha presión: sobre una quinta parte de los bosques de la región se perdieron en los años 90, sólamente. Mientras tanto, muy poco del área esta protegido en la actualidad.

Sin el establecimiento de áreas protegidas y el desarrollo de alternativas sustentables a la deforestación en gran escala, éstos únicos ecosistemas van a desvanecer en un futuro previsible”, dice Sebastien Lotzkat, autor principal, con el Senckenberg Research Institute en un comunicado de prensa, “y con ellos e colúbrido agradable, sus especies que se arrastran y croan, además de los medios de vida de la población indígena".


Mongabay/Jeremy Hance
Traducción: E.A.Vargas Rivera
Foto: Sebastian Lotzkat
AM/12.2.2013

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