Decenas de entidades y plataformas sociales mexicanas manifiestan en una carta abierta su postura contra el proyecto aurífero a cielo abierto de 'Esperanza Silver de México S.A.' en el estado de Morelos
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El proyecto aurífero de Esperanza Resources, duramente cuestionado por decenas de organizaciones mexicanas |
En la misiva, dirigida el 19 de febrero a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), los firmantes solicitan que el proyecto minero no sea autorizado ante la amenaza que podría suponer para la región.
En el escrito, se detalla que la explotación pretende desarrollarse a medio kilometro de la zona arqueológica de Xochicalco, dentro de un área aproximada de 696 hectáreas, en terrenos de la comunidad de Tetlama, estado de Morelos. Se trataría de una explotación de oro a cielo abierto que utilizará cianuro durante el proceso de lixiviación del mineral, pudiendo llegar a las 15.000 hectáreas afectada al final del mismo, "dos veces la Reserva Estatal Sierra Montenegro".
Asimismo, señalan que, "ante el inminente peligro y amenaza de destrucción ambiental", académicos especialistas en geología, hidrología, flora y Fauna de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), hicieron llegar el pasado 7 de febrero sus observaciones a la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, impulsado por la empresa mexicano-canadiense 'Esperanza Silver de México S.A.'.
El mencionado documento, solicita de manera tajante que el proyecto minero sea rechazado por los graves daños ambientales, sociales, y al patrimonio cultural, al causar tanto graves alteraciones en el paisaje, como a la vida silvestre, incluyendo algunas especies endémicas en peligro de extinción. Por otra parte, afirma que sería fuertemente impactado el entorno natural del enclave arqueológico de Xochicalco, zona distinguida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
A nivel técnico, se señala que cada voladura en el área de la mina a cielo abierto generaría una columna de polvo y compuestos tóxicos, un fuerte impacto auditivo, y que en combinación con los gases emitidos por el basurero clausurado de Tetlama, podría derivar en riesgos de explosiones y de infliltración de lixiviados a los acuíferos y ríos de la región. De hecho, el agua, tanto a nivel como subterránea, remarcan, "sería uno de los recursos naturales más severamente impactados", y no sólo debido a la inmensa cantidad de agua que las minas a cielo abierto requieren para la recuperación del mineral con cianuro de sodio, sino que medidas inadecuadas de mantenimiento o restauración podrían "contaminar severamente el agua y los suelos de toda la región".
En lo referente al manejo de sustancias peligrosas en el documento se señala que "es necesario mencionar que las minas de cielo abierto siempre ponen en riesgo a las poblaciones aledañas por los escapes de cianuro al medio ambiente que pueden ocurrir durante las operaciones de extracción". También se indica que el proyecto minero se encuentra muy cerca del Río Los Sabinos, por lo que "la contaminación que generaría la mina tendría repercusiones en la biodiversidad y los recursos hídricos de toda la región". Además, subrayan, "el cianuro que usaría la mina es extremadamente tóxico", y podría tener graves consecuencias en el caso de que se produjeran derrames.
Para todas las organizaciones firmantes, entre las que figuran algunas de referencia como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), la Red Mexicana de Afectados por la minería (REMA), el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4), el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) o entidades de carácter local y regional como El Consejo de Pueblos de Morelos o Medio Ambiente y Sociedad A.C., "el estado de Morelos se encuentra en el umbral de un desastre ecológico sin precedentes", pues "unicamente el 17 por ciento de sus bosques y selvas originales han sobrevivido a la deforestación y anualmente se pierden entre 3 mil y 4 mil hectáreas de bosques y selvas". Morelos es, debido a ello "el segundo estado del país más afectado ambientalmente por la destrucción de sus ecosistemas", al que ahora llegan las empresas mineras "a colaborar con la devastación" de los escasos entornos naturales que aún quedan.
Por todo ello, las entidades firmantes, han solicitado que la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la SEMARNAT, no apruebe el proyecto de la empresa Esperanza Silver de México S.A. y que, por el contrario, apoye la propuesta anternativa para que el área circundante a la zona arqueológica de Xochicalco sea decretada como Área Natural Protegida.
AM/Red
21.2.2013