Salvemos Cabana critica la actitud del Gobierno asturiano ante los planes de Asturgold en Salave
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Belén Fernández, Consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado |
La plataforma gallega, que el pasado año reunió más de 24.000 firmas contra el proyecto de la mina de oro de Corcoesto -finalmente cancelado por la Xunta- recuerda a la Consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, que las incoherencias a nivel político se pagan siempre en las urnas y que la experiencia demuestra que en este tipo de iniciativas son siempre mucho mayores los perjuicios que los teóricos beneficios.
Desde el colectivo recuerdan que "desde el Partido Socialista de Galicia (PSdG), se afirmó rotundamente el pasado mes de mayo" que los proyectos de minería del oro, como el que pretendía instalarse en la parroquia coruñesa de Corcoesto suponen "una auténtica barbaridad"en términos medioambientales y de salud humana, dejando bien claro que "nadie que quiera a Galicia" puede anteponer el empleo sobre "el futuro, la salud, el territorio o el medioambiente".
Este hecho, para el colectivo contrasta con las afirmaciones de hace escasos días de la Consejera socialista Belén Fernández, "que parece desconocer en esencia el contenido del último informe desestimatorio de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico acerca del proyecto de Asturgold en Salave y la reciente sanción impuesta por este organismo a la también canadiense Kinbauri por contaminar la cuenca del río Narcea con Selenio y otros metales pesados, cianuro y fluoruros"
"Este tipo de comportamientos, incomprensibles a nivel político para un partido que se dice progresista, tan sólo conduce a que los votantes retiren su apoyo en las urnas y condenen al ostracismo a las formaciones que carecen -o demuestran carecer con sus acciones-, de conciencia medioambiental y social", subrayan desde la asociación.
Salvemos Cabana recuerda que la minería del oro desarrollada por transnacionales canadienses como Asturgold "es fuente de innumerables conflictos a nivel mundial debido a sus impactos" y, por ello, no se puede hablar de "máximos estándares ambientales" cuando se desconoce la realidad de este tipo de proyectos y "se obvian reiteradamente las advertencias de peligro que llegan tanto desde la comunidad científica como desde los organismos competentes en materia de protección de aguas".
AM/Red
3.3.2014