El debate público sobre el proyecto de Berkeley en Salamanca confirma la oposición social a la minería de uranio a cielo abierto

Mesa de debate sobre la minería de uranio en Salamanca, en la que Berkeley no quiso estar presente
Desarrollada por la tarde del sábado 28 de septiembre en el Edificio Multifuncional de Villavieja de Yeltes (Salamanca), contó con la asistencia de 86 participantes entre los que se encontraban los alcaldes de Alameda de Gardón y Boada entre otros, numerosos concejales de las comarcas afectadas por el proyecto de mina de uranio y también destacados empresarios de la zona.
La jornada, de carácter informativo, suscitó el interés del público asistente

En el acto, presentado y moderado por la periodista Mª Jose Pintor, participaron además Alicia González, de Ecologistas en Acción, Gabriel Risco, de Equo Salamanca, y José Luís Moreno, Presidente de la Plataforma Stop Uranio, entidad ya constituida legalmente como asociación sin ánimo de lucro.

Ante la sorpresa de los convocantes, la empresa Berkeley declinó la oferta para participar en una carta remitida a los organizadores aludiendo a "compromisos ineludibles contraídos desde hace tiempo", lo que fue interpretado por la mesa de debate como una evidente falta de transparencia y una negativa a dar su versión de los hechos planteados durante la jornada, de claro interés para el público.

Alicia González, de Ecologistas en Acción, señaló que su organización está en contra del proyecto de Berkeley porque el rechazo de la energía nuclear es una "de las señas identitarias" del propio movimiento ecologista, y la extraccíón de uranio forma parte del ciclo de una energía que está basada en tres mentiras que son la limpieza, la seguridad y la economía. Asimismo, la minería del uranio conlleva "problemáticas propias" desde el punto de vista del medio ambiente y de afectación a la salud de las personas.

En el caso de Salamanca, consideró el proyecto como "planteamiento especulativo" con marcados problemas como "la gestión de los residuos radioactivos", y que la "prosperidad" presentada por Berkeley es "una estafa para el territorio y una estafa para la ciudadanía", ante lo que es necesaria una llamada a la movilización.

Gabriel Risco, de Equo, hizo presente el compromiso de su partido "con la defensa del medio rural y el futuro de los pueblos", haciendo referencia al proyecto de Berkeley como "un proyecto desafortunado", "absolutamente innecesario" y "la negación del futuro" para las comarcas afectadas, así como la importancia de la rectitud los representantes municipales, "que han de velar por los intereses generales de los ciudadanos, no de los empresariales".

Asimismo, declaró que pese a las informaciones vertidas por la minera australiana y su filial española, la empresa carece oficialmente de los permisos a todos los niveles (municipal, autonómico y estatal) para comenzar las operaciones, y que el propio Consejo de Seguridad Nuclear ha enfriado recientemente los planes de la compañía, pues más allá de la luz verde presentada por Berkeley, la transnacional tendrá que presentar de nuevo el proyecto a estudio debido a los importantes defectos de forma relacionados con la consideración de los residuos mineros como radioactivos y la fragmentación del mismo, que también pretende el tratamiento de mineral extremeño de la concesión de Gambuta.

José Luís Gutiérrez, Presidente de Stop Uranio, señaló que la plataforma "no está en contra del progreso de los pueblos", pero es "otro tipo de desarrollo" el que se persigue. "Queremos futuro pero no este tipo de futuro" -afirmó-. Por otra parte, señaló que "cualquier plataforma se crea para intentar conseguir entre todos cosas que la sociedad demanda", y que ésta se opone a los planes de Berkeley "por sentido común" y porque la minería del uranio "no es la solución", debido a las afecciones sobre la salud de las personas, los problemas que conllevan para los sectores agropecuario y turístico, básicos para la economía de la zona, y también la afectación a espacios naturales protegidos de gran valor ecológico.

Durante el acto también intervinieron activamente Lorenzo Patino, alcalde de Alameda de Gardón y el de Boada, Juan Matías. Patino hizo referencia al convenio ofrecido por la empresa a un pueblo que mayoritariamente se dedica a la agricultura y la ganadería y tachó el proyecto de "especulativo" y "amenaza", al encontrarse la corta a tan sólo 500 metros del casco urbano, el cambio de uso de tierras solicitado por la empresa que alcanza las 1.000 hectáreas y las afecciones a zonas de especial protección a nivel europeo (Red Natura 2000, LIC). Recordó también que la Empresa Nacional de Uranio (ENUSA) ya consideró inviable el proyecto de Berkeley, y que la empresa "está vendiendo la moto" al mejor postor dado que se trata de un proyecto "obsoleto".

Juan Matías, por su parte, relató que tras un primer contacto con la empresa "parece que  todo iba a ser agua bendita", pero que bajo su punto de vista "no se puede coger un dinero sin exigencias técnicas a la empresa", que esencialmente lo que ha hecho es "comprar voluntades" y "especular" vendiendo un proyecto que de llevarse a cabo "sería un revés tremendo para la agricultura y ganadería de la zona".


AM/Red/Fotos: Stop Uranio
29.9.2013

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