La Guajira colombiana se ve amenazada por la minería de carbón a cielo abierto

Las comunidades de La Guajira dependen del arroyo Bruno para su subsistencia
Distintos colectivos alertan de las graves consecuencias por la aprobación del permiso otorgado por Corpoguajira y la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) a la empresa Carbones de Cerrejón Ltd. para el desvío del arroyo Bruno, uno de los afluentes del río Rancherías.

Según denuncian, tras la autorización, el Bruno pasaría a formar parte de los cauces anteriormente modificados en la región, como los arroyos Tabaco, La Puente, Bartolico, Araña de gato, la Latica y Aguas Blancas, lo que ha traído consigo la disminución de los recursos hídricos para las poblaciones afectadas, procesos acelerados de erosión y sedimentación en los cauces y un cambio de vida muy significativo en las comunidades, que en algunos casos ahora tienen que ser abastecidas con camiones cisterna.

Desde Censat Agua Viva / Amigos de la Tierra Colombia se ha indicado que el flujo de agua del Bruno será desplazado 700 metros fuera de su curso natural, fragmentando el ecosistema de la Serranía del Perijá, el río Ranchería y los Montes de Oca. "Corpoguajira asegura que en el nuevo cauce el arroyo mantendrá su agua superficial, pero justamente lo que ha permitido la permanencia del Arroyo es que su agua no está expuesta constantemente en la superficie, gracias a la hidrodinámica regional y local, hoy el arroyo logra ir hacia capas más profundas y con esto nutre los acuíferos y filtra posibles patógenos, además se resguarda de la alta radiación solar y las consecuentes altas tasas de evapotranspiración. Exponer las aguas del Arroyo Bruno a la superficie aumenta la pérdida de agua en forma de vapor a la atmósfera: menos agua para el Río Ranchería, menos agua para albergar en acuíferos y en otras palabras menos agua disponible para la región", han señalado desde la ONG.

El colectivo también recuerda que el permiso de aprovechamiento forestal "puede leerse como deforestación del bosque seco tropical (BST), lo que "iría en detrimento de uno de los ecosistemas más amenazados del país", aumentando la desertificación e impidiendo la producción agrícola y pecuaria en la zona. "Colombia hace parte de la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la Desertificación y la Sequía por lo cual las instituciones deberían cumplir sus objetivos de prevenir la degradación de las tierras, especialmente en zonas secas y áridas como La Guajira y atender la situación de sequía no de manera coyuntural y paliativa, sino considerando las causas estructurales del problema" -subrayan desde la entidad conservacionista-.

Finalmente la ONG alerta sobre la disminución del caudal total del río Ranchería tras la suma de impactos de otras esta y otras intervenciones proyectadas, más teniendo en cuenta "las denuncias de las comunidades locales, que indican que por la actividad minera han desaparecido más de 20 cursos de agua en la región". Se preguntan qué se puede esperar "para el futuro de la cuenca del río Ranchería", "cuál es el futuro del agua en Colombia" y si se está asistiendo "al sacrificio de esta región".

AM/Redacción
4.5.2016

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