Diez razones para decir NO a la mina de Corcoesto
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Rotunda oposición contra la minería del oro en Galicia (Foto: Plataforma Salvemos Cabana) |
Desde el verano de 2012, si una iniciativa industrial ha generado polémica en Galicia ha sido el de la reapertura de la mina de oro de Corcoesto, que la empresa canadiense Edgewater pretende emplazar entre los ayuntamientos coruñeses de Cabana de Bergantiños, Coristanco y Ponteceso.
Con los datos en la mano, y haciendo referencia al proyecto presentado por Mineira de Corcoesto S.L., filial gallega de Edgewater, resulta fácil comprender el porqué esta iniciativa dista mucho de ser una opción viable para la zona afectada:
(1) Se trata de una mina a cielo abierto, lo que ya de por sí conlleva graves impactos paisajísticos y ambientales, además de ocupar una inmensa superficie de casi 800 hectáreas, incluyendo la expropiación forzosa de numerosos terrenos vecinales.
(2) Para recuperar el oro contenido en la roca, que está disperso en partículas minúsculas, es necesario emplear una ingente cantidad de cianuro de sodio durante el conocido como proceso de lixiviación (para separar el oro de la roca), a razón de 1,49 toneladas métricas de este compuesto a diario. El cianuro de sodio utilizado en minería ha sido señalado a nivel europeo como "uno de los principales contaminantes" y que "puede tener un impacto catastrófico e irreversible en la salud humana y el medio ambiente y, por ende, en la diversidad biológica" (Resolución del Parlamento Europeo, de 5 de mayo de 2010, sobre la prohibición general del uso de las tecnologías mineras a base de cianuro en la Unión Europea).
(3) El problema no radica sólo en el uso del cianuro, sino en que la empresa minera tendrá que efectuar su transporte por carretera, y no ha suscrito un seguro de responsabilidad civil que cubra de manera integral un posible accidente y sus consecuencias, al tratarse de una sustancia extremadamente peligrosa.
(4) Otro de los grandes hándicaps está asociado a la posibilidad de una rotura de las balsas mineras, que podría provocar una catástrofe ambiental sin precedentes en la zona, sepultando bajo varios metros de desechos altamente contaminados el estuario del río Anllóns, una de las zonas de mejor paisaje y riqueza en biodiversidad de toda Galicia. Ante un hipotético caso como este, el hecho de que la empresa no tenga una cobertura financiera integral ante un accidente a gran escala marca la diferencia. Dicha cantidad ha sido cuantificada de entre los 300 y los 350 millones de euros, condición ante la que Mineira de Corcoesto S.L. / Edgewater, una y otra vez hace oídos sordos.
(5) El volumen de residuos que este proyecto minero generará anualmente supera todas las previsiones imaginables, con más de 100.000 toneladas de desechos tóxicos cada año derivados del proceso de lixiviación, contaminados con cianuro y metales pesados. A modo de comparación, el desastre del petrolero 'Prestige' ante las costas gallegas redundó en "sólo" unas 63.000 toneladas de crudo. En la práctica, esto equivale a tener casi un 'Prestige' y medio cada año concentrado en una misma comarca. Además están las filtraciones en las balsas de residuos, que al paso del tiempo, serán inevitables por el lógico desgaste de las membranas de protección (geotextiles).
(6) Existen otros impactos menos conocidos pero igualmente graves, como el polvo de las cinco megadetonaciones semanales, con miles de kilos de explosivo que se efectuarán durante todo el año. Polvo que incluye elementos perjudiciales como nitratos y otros y que también incluye partículas de metales pesados derivados de la fragmentación del lecho rocoso. Estas partículas no son visibles pero sí respirables, y a medio y largo plazo pueden provocar graves problemas de salud en las poblaciones de decenas de km. a la redonda, según las condiciones atmosféricas.
(7) El consumo de agua del proyecto roza el absurdo, con más de un millón de litros de agua potable diarios, el equivalente al consumo promedio de un pueblo de entre 6000 y 7000 habitantes.
(8) Hay que considerar también el problema del arsénico, ya presente de manera natural en la zona debido al elevado índice de arsenopirita en el lecho rocoso a explotar. Se tiene constancia de que la explotación británica de la mina a través de galerías de 1910, continúa vertiendo al menos 850 Kg. de arsénico puro al año al estuario del Anllóns, según un estudio científico verificado (Costas et al., 2011). ¿Qué es lo que podría derivar de una mina a cielo abierto de casi 800 hectáreas de superficie? Difícil de calcular, pero evidentemente aumentaría drásticamente el nivel de arsénico en las aguas, que actualmente ya alcanzan la mitad del límite permitido para el consumo humano, con hasta cuatro microgramos por litro.
(9) La gran mentira de este proyecto tiene que ver con los puestos de trabajo. El proyecto hace referencia a 271, de los que 133 se harán a través de subcontratas. Lo que no se indica es la duración de estos durante el periódo de explotación, de 8,1 años, que podrían ser de meses o de semanas en algunos casos, y también se contabilizan en la misma cifra. En cuanto a los indirectos, se ha hablado ya de 500 (+/-), 750 (+/-), 1400 (+/-) e incluso 1800 (+/-). La realidad es que más allá de los 271 que figuran oficialmente, el resto son cifras totalmente inferidas que no se corresponden con la realidad.
(10) La gran verdad en relación con el tema laboral es la cantidad de miles de puestos de trabajo que podrían estar en peligro si esta explotación minera llega a salir adelante, tanto a nivel de agricultura, ganadería, marisqueo y turismo, sectores que podrían verse gravemente afectados por las incidencias que se deriven de la misma tanto durante como después de su vida operativa. Tan sólo a nivel agropecuario las estadísticas oficiales hablan de 2.714 empleos ya consolidados.
Teniendo todo esto en cuenta, ¿realmente vale la pena correr el riesgo poniendo en peligro la vida de las personas y el sustento de la comarca afectada por un proyecto minero como el de Corcoesto, que sólo termina por beneficiar a un reducido grupo de inversores internacionales?
AM/Galicia Mineira
12.9.2013