Montsalat y Prousal denuncian el incumplimiento de Iberpotash del plan de restauración de las escombreras salinas en la comarca barcelonesa del Bages
En un manifiesto publicado recientemente, las dos plataformas catalanas afirman que esta filial de la multinacional ICL, a través del proyecto Phoenix, pretende seguir aumentando las escombreras salinas en la comarca al tiempo que elude la obligación legal de restituir ambientalmente el paisaje.
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| El arroyo de Soldevila, devastado por el lixiviado de salmuera procedente de la escombrera de Cogulló |
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| Iberpotash, denunciada por incumplir sus compromisos ambientales |
La autorización ambiental del proyecto llevaba implícito un denominado programa de restauración con una fianza de 585.153€ para afrontar la restitución ambiental de la escombrera del Cogulló, que ocupa 49 Has y contiene unos 40 millones de toneladas de residuos. En noviembre del 2011, los tribunales resolvían el contencioso promovido por el abogado sallentino Sr. Sebastià Estradé sentenciando que el programa no podía demorar el inicio de la restauración hasta el 2035, y que el importe de la fianza no era proporcional al coste real. Pero Iberpotash, en vez de comenzar las tareas de restauración, decidió recurrir la sentencia.
Ambas plataformas ciudadanas han denunciado que los hechos no quedaron ahí, ya que que por medio de un Plan Especial que se tramita en el Ayuntamiento de Sallent, lo que Iberpotash en realidad pretende es ampliar en 7,6 hectáreas la escombrera del Cogulló hacia el oeste, demorando indefinidamente su plan de restauración.
Han señalado, además, que con el aumento del volumen de residuos y la falta de restauración, la salinización de las aguas seguirá bajo los auspicios del proyecto Phoenix para la ampliación de la explotación en Suria, lo que significa seguir vertiendo, según los cálculos realizados por el gabinete Estudi Ramon Folch, alrededor de 1.200.000 toneladas/año de residuos salinos en las escombreras, dependiendo de fases y de escenarios.
El incremento de la escala de la explotación en Suria compensa la mayor cantidad de sal que se prevé comercializar. En opinión de Montsalat y Prousal, con el proyecto Phoenix, las escombreras salinas de Iberpotash, la mayor desgracia ambiental en Catalunya crece. En consecuencia, también seguirán creciendo el coste de potabilización del agua en media Catalunya, el recibo del agua, la devastación en el valle de Soldevila y la distorsión del paisaje de la Catalunya central.
Asimismo, han considerado que esta situación de incumplimiento ambiental es una inmensa subvención encubierta a Iberpotash que arruina al erario público -en particular a la Agencia Catalana del Agua- y proporciona a Iberpotash una posición de competencia desleal, debido a que los millones de euros que Iberpotash se ahorra al no restaurar ni controlar las aguas salinizadas de las escombreras, los invierte en la nueva rampa de acceso a la mina de Súria para aumentar la explotación. "Pretender ignorar la evidente afectación ambiental es un camino que no lleva muy lejos. En un estado de derecho, las leyes se cumplen al día, no dentro de cien años. Y en un estado de Europa se cumplen las Directivas Europeas, también la 2006/21/CE sobre gestión de residuos de actividades extractivas", han concluído desde Montsalat y Prousal.
En economiadigital.es: Las megaminas de Iberpotash se 'ahogan' en sus incumplimientos
AM/Red
7.12.2012
