La Xunta y la filial de Edgewater en Galicia sincronizan agendas en Corcoesto

Mina a cielo abierto y central térmica de Meirama, uno de los proyectos más contaminantes de Europa






















10 de septiembre de 2013. Es el inicio. Mineira de Corcoesto hace público en un comunicado la contratación de Francisco Aréchaga, presidente hasta ese momento de la Cámara Oficial Mineira, como director general corporativo de la filial de Edgewater en Galicia. Desde entonces, un aluvión de acontecimientos han marcado el día a día del conflicto, en una campaña de promoción a favor del proyecto minero secundada fielmente por la Xunta de Galicia.

La contratación de este ingeniero de minas asturiano, ex-delegado territorial de la multinacional Endesa para el noroeste español se presenta por parte de la empresa como la panacea de un personaje de "reconocida trayectoria en Galicia" que "pone de manifiesto su compromiso con la moderna minería sostenible" por parte del que también fue el director en los 90 de la mayor mina a cielo abierto de la Península, sometida "a una modélica rehabilitación ambiental" tras la conclusión de las tareas mineras.

15 de septiembre de 2013: "No habrá ningún problema con la mina de Corcoesto. Hasta yo iría a vivir allí".

La ofensiva mediática ya es una realidad a los pocos días de su presentación. En una entrevista concedida al diario La Opinión de A Coruña, Aréchaga aparece ya como un "férreo defensor" del concepto de la "minería sostenible", donde las 546 toneladas anuales de cianuro empleados en el proyecto de Corcoesto no entraña peligro alguno, dado que este elemento puede ser encontrado de manera natural -en un más que sorprendente argumento- en "peras, manzanas y almendras".

16 de septiembre de 2013. La Xunta de Galicia secunda las tesis del nuevo director general corporativo de Mineira de Corcoesto.

En máxima sintonía con Edgewater, el Presidente de la Xunta de Galicia visita tan sólo un día más tarde el lago artificial de As Pontes que es "la prueba palpable de que existen actividades económicas compatibles con el medio ambiente y demuestra que existen explotaciones  mineras que, con una restauración y proyecto idóneos, se pueden acabar convirtiendo en espacios llenos de oportunidades"

17 de septiembre de 2013: "El documental de una mina que se convirtió en lago en plena crisis".

El diario El Mundo -entre otros- se hacen eco de un comunicado de agencia sobre de la presentación del documental "Azul y verde sobre negro"y la "modélica" rehabilitación ambiental del lago de As Pontes, "un testimonio de cómo se pueden explotar los recursos naturales de manera sostenible, de cómo se puede devolver a la sociedad lo que nos ha aportado".

20 de septiembre: "Un museo en Meirama recuerda el impacto positivo de la minería".

Los grandes medios que dependen de las subvenciones públicas de la Xunta (de manera especial La Voz de Galicia y El Correo Gallego) se unen al peculiar festín, ofrediendo un recital informativo sobre los 396.000 euros públicos invertidos en la rehabilitación de la antigua estación de tren de Meirama para la instalación del "Museo da Minería".

22 de septiembre."Meirama se prepara para albergar el segundo lago más grande de Galicia".


La Voz de Galicia ofrece, casi a modo de publirreportaje, una descripción pormenorizada de las excelencias de este nuevo proyecto, que incluye "estudios y proyecciones sobre la calidad del agua, los aspectos geotécnicos para garantizar la estabilidad de los taludes y el posible impacto de esta enorme masa líquida en su entorno que han sido elaborados por las universidades de A Coruña, Santiago de Compostela, la politécnica de Madrid y la prestigiosa firma canadiense Golder Associates, especialista en proyectos de ingeniería y recuperación medioambiental". Además toda una garantía dado que "Fenosa no va a escatimar gastos para sellar la mina. El proyecto tiene un presupuesto de 36 millones de euros y ha sido tomado como un referente en la empresa, que pretende que la restauración de la mina se convierta en un ejemplo". Excelente ejemplo sí, pero de operación propagandística a favor de la megaminería en tierras gallegas.

EL DURO TRANCE DE LA REALIDAD

Lo cierto es que no ha habido proyecto tan aborrecido, denostado y contestado en la historia de Galicia como el de la transnacional canadiense Edgewater en Corcoesto. Y por todas las vías, tanto a nivel social como científico demostrando que el ideario de "minería responsable" y "minería sostenible" que defienden las grandes corporaciones del sector es un mito creado únicamente en beneficio de la propia industria.

Porque casos como el de As Pontes y Meirama apuntan en una dirección bien distinta. El primero, porque ha creado el mayor lago artificial de España, pero también el más denunciado a nivel ambiental, debido al altísimo nivel de acidez del agua procedente de las escombreras que derivan a los 18 km. de perímetro del agua del lago, los alarmantes niveles de metales pesados en determinados puntos, e incluso, tal como alertó el Instituto Universitario de Geología de la Universidade de A Coruña, en la amenaza de rotura del sistema de contención derivado de un movimiento sísmico que pudiera provocar un desplazamiento de la falla sobre el que está enclavado.

Meirama, por su parte, recuerda a Corcoesto, cuando en la década de 1970 se desarrolló una masiva oposición al proyecto de minería de carbón que lamentablemente terminó en la desaparición de la parroquia de As Encrobas, en el corazón del ayuntamiento coruñés de Cerceda.

En definitiva, ni As Pontes ni Meirama son ejemplos de nada y menos a nivel ambiental, pues ambos proyectos megamineros han estado desde siempre asociados a dos de las centrales térmicas más contaminantes de Europa.

Destruir y contaminar primero para después intentar paliar los efectos del desastre no parece un buen negocio. Y mucho menos en Corcoesto.

AM/Red
24.9.2013

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