La Coordinadora Ecoloxista presenta sugerencias ante la Comisión Europea alertando de los proyectos de investigación de 'fracking' en el oriente asturiano

Esquema del proceso de fractura hidráulica (Universidad de Texas)
Las prospecciones, de proyectos de investigación bajo el título de "Cuélebre 1" y "Cuélebre 2", se realizarían en áreas de Villaviciosa, Colunga,  Caravia y Ribadesella además de en la costa asturiana oriental.

Para la Coordinadora, desde el punto de vista de los riesgos ambientales y de la huella ecológica que supone la fractura hidráulica en la extracción de gas no convencional, este procedimiento "no tiene, ni debería tener, cabida dentro de las estrategias a corto, medio y largo plazo energéticas y ambientales propuestas por la Unión Europea y España".

Por una parte, señalan, está el "uso exacerbado del agua" y su contaminación, que en Europa podría incrementarse en relación a Estados Unidos -que emplean entre los 10 y los 20 millones de litros de agua- debido a la mayor profundidad de los pozos. El mayor problema está en que esta inmensa cantidad de agua es inyectada junto con numerosos aditivos químicos (que pueden llegar a las 600 sustancias), algunos de los cuales son reconocidos cancerígenos, mutágenos y disfruptores endocrinos. Además, el agua a presión arrastra sustancias como metales pesados y otros elementos radioactivos que se encuentran en las rocas a gran profundidad. La contaminación química del agua la vuelve inutilizable, e incluso potencialmente contaminadora de acuíferos cercanos a la explotación, cuya depuración resulta extremadamente difícil.


Asimismo, está el problema del aumento de la sismicidad en algunas zonas donde se han instalado proyectos de fractura hidráulica, como ha demostrado el Servicio Geológico de los Estados Unidos y especialistas de varias universidades norteamericanas. Las consecuencias derivadas de la apertura de pozos son imprevisibles a nivel geológico.

Otro gran problema es el derivado de las emisiones de gases de efecto invernadero, pues del 3,6% al 7,9% del gas metano que se produce con la extracción del gas de pizarra, escapa a la atmósfera, y potencialmente se filtra en el pozo contaminando al agua y constituyendo una amenaza para la salud pública y la seguridad de las personas, lo que ha hecho que en cada territorio donde se han solicitado sondeos, hayan surgido por doquier plataformas ciudadanas en oposición a los proyectos de 'fracking'.

Por último, desde la Coordinadora Ecoloxista, se incide en el "oportunismo" y la tendencia a "eludir responsabilidades" por parte de las empresas que fomentan esta técnica, que además presionan a los gobiernos en el actual contexto de crisis económica con promesas laborales inciertas, e incluso falsean las posibles consecuencias ambientales de esta técnica, como está haciendo Shale Gas España "al negar el peligro de terremotos y de contaminación de acuíferos".


AM/Red
27.3.2013

  ALERTAMINERA.net

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