La Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia emite una Declaración de Impacto Ambiental favorable a la mina de Corcoesto entre un aluvión de críticas de partidos políticos y organizaciones sociales

Beiras, lider de AGE, ha declarado que la Xunta quiere convertir a Galicia en una 'Katanga' con su plan minero

















El proyecto de la empresa minera canadiense Edgewater ha copado esta semana la actualidad informativa relacionada con el Parlamento de Galicia, siendo calificado de "saqueo" y "expolio" por los grupos que integran Alternativa Galega de Esquerda (AGE).

La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, a través de la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental, ha comunicado el viernes en nota de prensa que ha formulado la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto de explotación del denominado 'Grupo Minero Corcoesto', emplazado en los ayuntamientos gallegos de Cabana de Bergantiños, Coristanco y Ponteceso en el noroeste de la Península Ibérica. La DIA fue firmada por el Secretario Xeral de Calidad e Avaliación y estará disponible en la web de la Xunta de Galicia a partir del próximo lunes.

La resolución del órgano ambiental, que dice tener en cuenta las aportaciones hechas por parte de organismos y colectivos durante la fase de información pública, considera que el proyecto es "ambientalmente viable", pues según la Xunta, la DIA establece "las cautelas ambientales que permiten hacer compatible la extracción del mineral con la protección de los valores naturales a conservar".

Sin esperar a conocer el texto completo, diversas plataformas sociales han puesto el grito en el cielo, pues la Dirección Xeral de Calidade e Avaliación ambiental tiene un oscuro pasado en relación con el tema minero. José Manuel Álvarez-Campana, gestor del organismo a mediados de la década del 2000, pasó a ser en 2006 el Director General de la Cámara Oficial Minera de Galicia. Posteriormente, fue acusado de prevaricación y denunciado por la Fiscalía por haber aprobado una declaración de impacto ambiental irregular en una piscifactoría de la zona de Ribadeo, en A Mariña lucense. Precisamente por eso consideran a este departamento de la Xunta como falto de neutralidad y responsable de haber preparado el terreno para el desembarco de la Gran Minería Transnacional en tierras gallegas, porque cuando Álvarez-Campana estuvo al frente de este organismo, en numerosas ocasiones hizo referencia en público a la elevada rentabilidad
de "extraer oro en Galicia" (leer).

El proyecto de Corcoesto, que se encuentra en fase de tramitación para ser declarado 'Proyecto Industrial Estratégico' en la Consellería de Industria, contempla una planta de tratamiento con una capacidad diaria de procesamiento de 6.000 toneladas diarias de roca, así como la creación de 271 puestos de trabajo, número puesto en entredicho por los vecinos de la comarca, pues una parte de la contratación del personal se hará a través de subcontratas y además se requerirán en muchos casos conocimientos específicos de los que carecen los habitantes de la zona.

Aunque las labores mineras en Corcoesto tienen un carácter historico desde su primitiva explotación en época romana y los intentos intermitentes de explotación rentable en los siglos XIX y XX por compañías de capital británico, lo que realmente preocupa a la población en la zona, conocida como 'Costa da Morte', situada en el noroeste de Galicia y que engloba los terrenos de las cuadrículas mineras concesionadas por la Xunta a la candadiense Edgewater, son los temibles efectos del empleo de una tonelada y media de cianuro de sodio diaria, uno de los tóxicos más potentes fabricados a nivel industrial. Asimismo, desde las tres plataformas sociales que luchan contra la implantación de la minería tóxica en la comarca y Galicia, se han señalado otras amenazas, como el peligro de accidentes, el elevadísimo consumo de agua potable, superior al millón de litros diarios, y la presencia de metales pesados y drenajes ácidos en el entorno minero, hoy reconocidos como muy perjudiciales para la salud humana.

El proyecto que pretende iniciar la concesionaria de Edgewater en Galicia, Mineira de Corcoesto, S.L., consiste en una explotación a cielo abierto, planificada con un horizonte temporal de trece años que podría llegar a ampliarse hasta los veinte. La producción final prevista, que es un dato inferido por la empresa, estaría en torno a las 1.095.000 onzas troy de oro.

Los colectivos que se oponen a la minería tóxica, ya han recogido casi 19.000 firmas y las adhesiones de centenares de organizaciones y personas relevantes del mundo social y cultural gallego. Esta misma semana, en el Parlamento de Galicia, el proyecto era calificado por los diputados de AGE y BNG, como "insensato", "una vía de saqueo y expolio" y "un brutal ataque a la riqueza ecológica" de Galicia.

AM/Red
15/12.2012

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