La contaminación perpetua: La amenaza del drenaje ácido provocado por la minería

El drenaje ácido es una amenaza permanente
El drenaje ácido es considerado una de las amenazas más serias  que las actividades mineras pueden generar sobre los recursos hídricos. Una mina generadora de drenaje ácido puede tener impactos devastadores a largo plazo sobre los ríos, arroyos y la biodiversidad que esté presente.

¿Cómo se forma?

El drenaje ácido generado por la minería es el motivo principal de preocupación en muchas explotaciones mineras de carácter metalífero, ya que metales como el oro, cobre, plata y molibdeno, son frecuentemente encontrados en  rocas que contienen también minerales de sulfuro. Cuando los sulfuros presentes en  las rocas que son excavadas en los procesos mineros se dejan expuestos a la intemperie y entran en contacto con el agua y aire, reaccionan formando ácido sulfúrico. El agua acidificada con el ácido sulfúrico, puede disolver a su vez otros metales tóxicos que también se encuentran en las rocas. Si esto no se controla, el drenaje ácido de las minas evoluciona llegando a los arroyos o ríos o se infiltra en  los acuíferos provocando una grave contaminación del entorno.


Impactos ambientales: Daños a la flora y a la fauna

Si las rocas de desecho de la mina son generadoras de drenaje ácido, los impactos en peces, animales y plantas en las zonas cercanas a la mina pueden ser severos. Muchos arroyos afectados por drenaje ácido tienen  valores de pH bajos de 4 o menos, que es un pH similar al existente en el ácido de las baterías. Es poco probable que las plantas, animales y peces sobrevivan en arroyos con estas condiciones.

Metales tóxicos


El drenaje ácido también disuelve metales pesados o tóxicos  como el cobre, aluminio, cadmio, arsénico, plomo y mercurio de las rocas con las que entren en contacto.  Estos metales, particularmente el hierro, se pueden llegar a acumular en el fondo de los arroyos formando una especie de cubertura de limos o limaduras y dándole al arroyo un color entre anaranjado y rojizo. Estos metales, aún en muy pequeñas cantidades,  pueden ser muy tóxicos para el ser humano y la vida silvestre, pues pueden movilizarse y llegar lejos al ir suspendidos en el agua, contaminando acuíferos y cursos de agua superficiales a lo largo de grandes distancias. Los impactos a la vida acuática pueden variar desde mortandad inmediata hasta otros impactos en los que afectan el crecimiento, comportamiento o habilidad reproductiva de los organismos.

La contaminación perpetua


El drenaje ácido es particularmente dañino porque puede continuar de manera indefinida, causando daños décadas después de que hayan cesado las actividades mineras. Debido a la severidad de los impactos en la calidad de agua generados por el drenaje ácido, muchas minas ya clausuradas en el Oeste de Estados Unidos requerirán un tratamiento a perpetuidad. El tratamiento de las aguas puede representar una carga económica significativa si la compañía minera se declara en quiebra o se rehúsa a cubrir el coste del procedimiento, como así ha ocurrido en numerosas ocasiones.


Aún con la tecnología existente hoy día, el drenaje ácido es virtualmente imposible de detener una vez que se empieza a producir. Permitir operaciones a una mina generadora de drenaje ácido, implica que las generaciones futuras tendrán que hacerse responsables de una instalación en la que se habrán que realizar tareas de mantenimiento durante cientos de años. Las predicciones sobre el éxito de manejar estos desechos a largo plazo, son, en el mejor de los casos, meramente especulativas. 


Texto original: HardRock Minning. Acid Mine Drainage (EarthWorks Fact Sheet)
Traducción: Mabilia Urquidi, Niparajá A.C. (México) www.niparaja.org 
Adaptación: Alerta Minera

AM/Red
29.11.2012

  ALERTAMINERA.net

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